En el cambio de clase/Capitulo 01

¡Holaaa! Bueno se que no he terminado la otra historia pero tengo varias y me gustaría que me comentaseis que os parece, muchas gracias por vuestra paciencia y espero que os guste mucho mucho, es una historia que empece hace poco.

-¡Vamos Soph!- Suplicó por cuarta vez Alexandra a su mejor amiga Sophia.

Ambas estaban en casa de Sophia, mientras que esta estudiaba y adelantaba deberes del fin de semana su amiga se dedicaba a hablar por whatsapp con un universitario al que ni siquiera había visto en persona.

-Ya te he dicho que no, es peligroso, no conocemos a nadie allí y mi madre no me dejaría ir, No- contestó Sophia sin levantar la vista de sus deberes de Física.

-Claro que conocemos a alguien, Josh es veterano, miembro de una hermandad, estaremos a salvo con él, y por lo de tu madre, no están y no llegan hasta la semana que viene, podemos ir a la fiesta, volver a una hora responsable y guardarnos este pequeño secreto.

Sophia giró la silla de su escritorio para poder quedar cara a cara con su amiga, Alexandra la miraba con una sonrisa perfecta.

-Vale, pero cuando yo diga que nos vamos, nos vamos y conduzco yo, volveremos solas, sin compañía y por nada del mundo se te ocurra dejarme sola rodeada de universitarios.

-De acuerdo, de acuerdo, vamos a cogerte algo de ropa, una que no diga: Soy miembro del club de jóvenes y voluntaria en la parroquia.-Dijo Alexandra sonriente mientras rebuscaba en el armario de su amiga.-¡Perfecto!-Exclamó mientras sacaba del armario un vestido negro algo corto y con escote de corazón.

-Ese es el vestido que utilicé el año pasado en el cumpleaños de mi madre, me queda pequeño.

-Te queda perfecto, además no puedes ir a una fiesta universitaria con vaqueros y una camiseta con frases graciosas.

Sophia rodó los ojos mientras se quitaba su pijama de campanilla para embutirse en aquel vestido negro, se puso unas bailarinas del mismo color a lo que su amiga protestó.

-Soph, te quiero, pero eres muy bajita, debes llevar por lo menos un poco de tacón y un recogido también te haría parecer más alta.

-No me importa parecer bajita, no quiero acabar la noche rodando por lo suelos en una fiesta por querer parecer unos centímetros mas alta.

-Esta bien, como quieras pero luego que no te extrañe que te pidan el carnet en todos los sitios.-Alexandra le guiñó un ojo mientras sacaba de su mochila unos pantalones de cuero negros y una camisa algo transparente.

-¿Lo tenías planeado?- le preguntó su amiga asombrada.

-Bueno.... eres fácil de convencer, además mi madre te adora así que no creerá que estoy en una fiesta, sino que estamos haciendo deberes ¿Quién hace deberes un viernes por la noche?

-Eh.... pues yo, es mas sencillo que hacerlos el domingo por la noche.

-Geek

-Loba...

Ambas se sonrieron mientras bajaban las escaleras del piso de arriba para llegar a la puerta principal.

-No me puedo creer que tu padre te haya regalado un audi.

-Ni yo, mi madre dice que tenemos que devolverlo.

-Vamos, es un regalo de cumpleaños.

-Eso le dije yo, pero dice que no nos debe nada.

-Bueno, lo importante es que ahora lo tienes así que vayámonos de fiesta.

Ambas se subieron a coche, Alex como siempre subió la música a tope mientras Sophia conducía concentrada.

-Gira a la derecha.

-¿Qué? Pero si la entrada está ahí.

-Ya, pero Josh nos va a colar por detrás.

-Ni que fuésemos delincuentes- murmuró Sophia, Pero Alex ya estaba saliendo del coche para abrazar a un chico bastante alto, moreno y con collares fosforescentes

-Josh, ella es mi mejor amiga Sophia, Soph, él es Josh.

-Hola Soph, Alex me ha hablado mucho de ti.

-Si, ella de ti también habla de ti, mucho, bien, quiero decir que habla bien de ti, no mal- Alex miró a su amiga con cara de De ''¿Que estás haciendo?'' mientras Josh reía.

-Vale, no suele haber muchos vigilantes, pero lo de la fraternidad de al lado se toman muy enserio lo de que solo asistan estudiantes de la facultad, así que aquí tenéis vuestros carnets nuevos.

-Vanessa Humperts ¿Y tu?- preguntó Alex.

-Emily Barns, no va a colar que tengo 23.

-Va a estar oscuro y solo se van a fijar en si tienes el carnet, pero no lo saqueéis demasiado pronto, eso sería sospechoso.

-Entendido- contestaron ambas.

-Bienvenidas a la universidad, señoritas- Dijo Josh abriendo una puerta trasera dejándose ver una sala llena de música, bebida y gente bailando.

Al entrar Sophie ya se sintió incómoda, la gente bailaba demasiado pegada y la música estaba demasiado alta.

-Hey-Le gritó su amiga-Voy a bailar una con Josh, vuelvo en seguida.

Sophia la iba a detener pero no le dio tiempo, así que se acercó a una zona con poca gente situada al lado de la mesa de bebidas.

-Hola guapa ¿Que te pongo?

Soph, se quedó mirando al tipo de la barra como si no le estuviese hablando a ella.

-Si Rubita, ¿Que te pongo?

-Eh... no sé.- Soph se sintió idiota justo en el instante en el que las palabras salieron de su boca.

-Prueba esto- le dijo el chico pasándole un vaso con un líquido verde.

-¿Que lleva?

-Eso ya es sorpresa.

-Eh....

-Vamos, está bueno y juro que no le he echado nada.

-Si, Gracias- La chica dio un pequeño sorbo al vaso, estaba bueno, llevaba alcohol pero en su mayoría sabía a Lima.

-Soy Kyle.

-Yo Emily.

-¿En que año de instituto estás?

-En penúltimo- justo cuando lo soltó se llevo una mano a la boca mientras Kyle se reía.

-Tranquila, no se lo diré a nadie, simplemente ten cuidado.

-¿Cómo lo has sabido?

-No te había visto antes y además la forma en la que agarras el bolso, como si alguien fuera a quitártelo.

-Mi amiga es amiga de Josh.

-Bien Emily, pues disfruta, pero sin pasarte, recuerda que el lunes tienes clase- le dijo sonriente Kyle rellenándole el vaso.

Sophia sonrió mientras revisaba el móvil, Alex seguía bailando.

Tenía varios mensajes de su madre:

''¿Todo bien?'' ''Ya hemos llegado al hotel'' ''Sophia, me estoy preocupando''

Sophia suspiró, su madre estaba de luna de miel, se había casado con Arthur, un viejo amigo de la familia, era un buen tipo, Arthur tiene un hijo de su antiguo matrimonio, un año mayor que Soph, Adam, y Abril, una niña de diez años, ahora ambos están con su madre en Atlanta.

''Perdona mamá estábamos viendo una película, ¿Que tal tu luna de miel?''

A Sophia no le gustaba mentirle a su madre, pero seguro que de haber sabido que estaba en una fiesta universitaria, hubiera cogido el primer vuelo desde Hawaii para venir a recogerla.

Derpente su móvil ya no estaba en sus manos, sino que estaba en el suelo y ella acabó de rodillas.

-Lo siento- dijo una voz detrás de ella ayudándola a levantarse.

-Esta bien- contestó Sophia pasandose las manos por las rodillas.

-No me suenas.- dijo el desconocido, era mayor, de unos 23, pelo rubio, Soph podría jurar que eran verdes pero por la poca luz no podría asegurarlo.

-Tu a mi tampoco-Al parecer no era tan fácil colarse.

-Me gradué el año pasado, soy Nathan.

-Emily.

-Encantado Emily y bien ¿En que facultad estas?

-Eh... En la de arquitectura-improvisó ella recordando los carteles de las diferentes facultades que había visto desde el coche.

-Claro, no me sorprende.

-¿Perdona?

-Que no te conozca, los de arquitectura soléis ser unos estirados.

-¿Perdona? Los de arquitectura no somos unos estirados- Sophia empezó a defenderse como si realmente fuese una universitaria.

-No he dicho todos.

-Lo has insinuado.

-Si te das por aludida....

Antes de poder evitarlo Soph ya le estaba tirando su bebida encima y yéndose.

Un grupo de chicas estaban conversando.

-Perdonad ¿Sabéis donde está el baño?

-Claro, En el piso de arriba, tercera puerta a la derecha.

-Gracias.

''Venir aquí ha sido un error'' pensaba mientras entraba al pequeño baño y empezaba a dar vueltas en el

Cuando ya estaba dando la tercera vuelta, Nathan estaba en la puerta, apoyada con el marco.

-Eso no está bien señorita Emily, a la gente a la que acabas de conocer no se le tira bebida a la cara.

Comentó cerrando la puerta a medida que se acercaba a ella poco a poco.

-Tú empezaste.

-Solo di mi opinión señorita Emily-Ahora Sophia estaba acorralada entre Nathan y el lava manos.

-No fue una opinión muy amable- susurró con voz temblorosa mientras bajaba la mirada.

-Pero fue sincera- Nathan le agarró la cara con las dos manos y empezó a besarla.

Soph nunca había echo esto, besar a un desconocido y menos a uno 6 años mayor que ella.

Nathan le agarró de la cintura y la subió al lavabo, el beso se había transformado en algo más duro y profundo.

-Eres una chica mala y descarada-le dijo entre beso y beso, mientras le bajaba la cremallera del vestido.

-Y tú eres un chulo y prepotente.

No hubo mas palabras, estas se transformaron en besos y en algo más.

Media hora después, ambos salían más que sonrientes del baño.

-Yo... debo irme, gracias por....todo- dijo ella peinándose con los dedos algunos mechones rebeldes que se negaban a quedarse en su sitio.

-¿No me vas a dar tu número?

-Eh.... no creo que sea una buena idea....- contestó nerviosa.

-Mira, yo te escribo mi número y si alguna vez quieres repetir, llámame.

-Eh.... si, claro- contestó ella buscando a Alex entre la multitud.

-Aquí está, señorita Emily, espero que su llamada no se haga de rogar.

Sophia sonrió coqueta y sin decir palabra se fue dejando a un sonriente Nathan.

Alex y ella volvieron a casa entre risas.

-Vale, cuéntame lo que has echo para volver tan sonriente.

-Nada, he conocido a gente, me he divertido y ya está.

-No te creo

-Peor para ti.

-Tú has ligado con un universitario buenorro y no quieres que te lo quite.

-No es eso en serio, soy Soph ¿Recuerdas? No hago nada que no implique sumar puntos para la universidad.

-También es verdad, aunque ya llevas sumando puntos desde infantil así que no se de que te preocupas, irás a Yale, allí conocerás a un astro-físico, te casarás, tendras tres hijos, dos niños rubios y una niña morena, dos gatos y un perro.

-Y tú irás a la escuela de artes, allí conocerás a un bohemio con rastas, no os casareis, os pasareis la vida, en museos, pintando para famosos y a pesar de ganar mucho dinero, compraréis una caravana y recorreréis el mundo, tendréis un niño y en navidad vendréis a mi casa.

Ambas empezaron a reirse escandalosamente mientras cruzaban la puerta de casa de Sophia.

-No quiero tener niños- dijo Alex.

-¿Que? No, no,no tienes que tener niños que me llamen madrina o tia o tia madrina.

-No me gustan los niños, ya sabes que me ponen nerviosa cuando empiezan a llorar o a decir cosas extrañas.

-Pues yo no pienso dejar que mis hijos sean como yo, pienso tener por lo menos tres en un intervalo de dos años cada uno.

-Los niños te adoran, por eso vas a tener muchos.-Contestó Alex mientras se quitaba el vestido para ponerse una camiseta de bob esponja y pantalones a juego mientras su amiga se ponía su camisón blanco con detalles rosa chicle en las faldas.

-Vamos a dormir, estoy muerta y además mañana tengo que ayudarte a hacer los deberes del verano, queda una semana y no has echo apenas nada.

-Es una cosa básica en la ley del estudiante, los deberes de las vacaciones no se tocan hasta el último momento.

-Lo que tu digas pero son muchos.

-Vale pepito grillo buenas noches.